Las pérgolas bioclimáticas son una opción perfecta para aprovechar las terrazas al máximo, ya que regulan la temperatura y el impacto solar.

Una de las innovaciones más beneficiosas para los propietarios de una terraza es la pérgola bioclimática. Esta estructura funciona como un techo inteligente: sus lamas de aluminio aportan más protección solar y frente a las inclemencias del tiempo que una pérgola convencional o un toldo, por lo que están llamadas a sustituirlos.

Las pérgolas bioclimáticas están pensadas tanto para viviendas como para negocios (especialmente, restaurantes y cafeterías) que busquen transformar una terraza, un porche, un jardín, una piscina o una zona exterior en un espacio seguro y cómodo gracias a lamas orientables. Una pérgola bioclimática permite incluso crear nuevos espacios, como un salón exterior, sin necesidad de obras, pues son una estructura en sí mismas que se puede instalar en el centro de un área o apoyadas en un edificio.

La pérgola bioclimática está consiguiendo cada vez más adeptos, por diversos motivos. En primer lugar, porque una pérgola bioclimática brinda protección solar y frente a la lluvia, cuando las lamas de aluminio están estancas, pero también frente al calor, con una ventilación natural y que huye del efecto invernadero. ¿Cómo puede ser la solución para ambos problemas?

La respuesta está en este sistema de lamas de aluminio motorizadas y silenciosas, que permite adaptar el techo inteligente a las necesidades de protección solar o de calor del momento con un sencillo gesto, manual o por mando a distancia: las lamas de aluminio son orientables a cualquier posición, o se pueden cerrar por completo. Este aspecto también se traslada a la iluminación: las pérgolas bioclimáticas son capaces de regular también la cantidad de luz que entra en el espacio.

Todo esto se traduce en un mayor aprovechamiento del espacio, durante todo el año. Bien sea por la protección frente al calor o la lluvia, o porque brindan más intimidad y privacidad, las pérgolas bioclimáticas son ideales para disfrutar de los espacios con total libertad.

Por otro lado, una pérgola bioclimática tiene un diseño adaptable. Aunque existen medidas y modelos estándar, existe una solución que se ajusta a cada proyecto, tanto en dimensiones como en colores y acabados. Lo más normal es utilizar un diseño minimalista y sólido, que se adapte fácilmente a cualquier decoración y estilo, pero las pérgolas son totalmente personalizables, se les puede añadir iluminación, calefacción… Podemos crear una que sea única. Así, esta pérgola bioclimática combina efectividad, calidad de vida y diseño en un solo producto.

Finalmente, no podemos olvidar las ventajas de las pérgolas bioclimáticas en cuanto a ahorro energético. Por un lado, porque el sistema de lamas orientables ofrece una regulación de la temperatura sin aire acondicionado, de forma natural. Por otro lado, porque existen sistemas para recoger el agua que cae sobre la pérgola bioclimática durante la lluvia y aprovecharla para riego más tarde.